Meditación

Meditación de un confinamiento

Meditación en el segundo día de confinamiento.

¿Y ahora qué hago? Te puedes estar haciendo esta pregunta cada poco tiempo. Piensa: ¿Cuánto hace que no vives sin el «tengo que hacer»?
¿Por qué siempres tienes que estar haciendo alguna cosa?

¿Qué te mueve en tu existencia?

Vivimos sin prestar atención a lo más básico, esencial: La respiración. Es la base de la vida.

Si en el corre, corre de la vida no eres consciente de tu respiración, entonces estás viviendo con el piloto automático, de forma automática realizas cualquier tarea y menosprecias lo importante.

Tu vida pierde toda razón de ser, dejas de estar alineado y el desequilibrio es el dueño de tu existencia. Sin coherencia,

En estos días que estamos viviendo, pasará mucha información por tu mente y tienes que saber gestionar todas las emociones que aparecen. Quizás ni seas consciente de ellas. Si el miedo y la desesperación toman las riendas de tu vida, entonces estás perdido. Este nubarrón del miedo no te permite sentirte y valorar equilibradamente tus pensamientos, que son los responsables de tus emociones y, por consiguiente, de tus actos.

¿Nunca has sentido la necesidad de parar?

Ahora es el momento de poner en práctica aquello de lo que tanto se habla: la inteligencia emocional. Por absurdo que parezca, el Universo te regala un TIEMPO maravilloso para desconectar y hacer un reset en tu vida.

Lo que por un lado es una fatalidad, con resiliencia lo puedes transformar. Eso si, sin miedo. Sin miedo a lo que te cuentan. Y lo que es más importante, sin miedo a tus propios pensamientos y emociones.

Cuando te observas descubres cosas que tal vez no te agraden de ti mismo.

Con esta parada forzada y condicionada, que nos obliga por responsabilidad a hacerlo en condiciones difíciles, podemos entrar en situaciones, que al no ser escogidas por nosotros mismos, nos cause malestar. Por costumbre culpamos a los demás y a las circunstancias de como nos encontramos. Esto no sirve de nada.

Cuando no estamos bien y no somos conscientes de nuestra realidad, caemos en patrones aprendidos que ponemos en marcha como automatismos.

Te pido algo: Haz una respiración profunda y cuando aparezca una emoción, sea cual sea, obsérvala. Serán solo unos segundos, ahora tienes tiempo, toma conciencia.

Lo que realmente importa es como tu estás. Lo que sucede fuera no eres tu. No importa lo que te cuenten, ni siquiera los más queridos y allegados. Ten criterio propio, sin necesidad de tener la razón. Piénsalo. ¿De qué te sirve?

Tu tiempo y tu vida está en tus propias manos. Valóralo. ¿No te parece increíble?

Vivir sin importar si es lunes, miércoles o domingo…

Las referencias te las pones tu.

Al dejar de forma drástica tus hábitos y costumbres de años, puedes sentirte perdido. Respira y date cuenta que estás vivo y que tu creas tu propia realidad.

No permitas que la incertidumbre se apodere de ti y acuérdate de respirar.

Date cuenta que aquello que no creías posible, sucede, que tu eres tu propia guía, que tu pones las normas, y que de ese caos surge un orden. La magia y la creatividad hace el resto.

Observa aquello sencillo que te hace feliz. Búscalo y síguelo una vez lo encuentres.

Tiempo libre, aburrimiento, ansiedad. Tres conceptos explosivos si miras hacia afuera.

El tiempo es un valor. A parte de la respiración, es el más preciado.

Transforma el aburrimiento. Consume aquello que te nutre la mente y el alma.

La ansiedad es producto del aburrimiento, de ese no saber que hacer, del vacío del alma, de dejar nuestra vida en manos de los patrones aprendidos, apareciendo todo tipo de adicciones.

Crea, crea y crea.

La creatividad como remedio para la ansiedad. Si. La creación nace del caos y como tal ordena de formas insospechadas, las ideas, los proyectos, las acciones, la vida.

Ya se que estás cansado de buenos consejos. Yo solo te puede hablar desde mi experiencia.

En mi caso así ha sido. La vida me ha puesto en situaciones complicadas, como a ti, como a todos.

Un día descubrí que lo único que me hacía feliz era poder expresar. Y encontré la forma. Transformé mi caos en orden. A partir de ahí todo empezó a fluir. Me lo permití.

Permítetelo, solo escucha tu corazón, que es quien te guía, es tu fuerza interior, eres tu. El amor es tu sabiduría.

Fuerza!!!

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