Respirar con conciencia
Respirar con conciencia, o lo que llamamos respiración consciente es prestar atención a la vida.
De la respiración depende la vida, algo que hacemos de forma inconsciente de la que se generan procesos químicos esenciales para el organismo.
Cuando atiendo a pacientes que se encuentran en situación de estrés y que sienten la necesidad de iniciar procesos de sanación, siempre les digo que se acuerden de respirar. Entonces me observan estupefactos intentando asimilar lo que les acabo de decir. Lo lógico es pensar: ¡Claro que respiro! ¡Todo el mundo lo hace! Pero lo cierto es que en el pensamiento se produce un clic, y ese clic es tomar conciencia y valorar la vida.
Nuestras células también respiran, necesitan del oxígeno que inhalamos y al exhalar nuestro cuerpo se libera de los gases desechables y que son tóxicos.
La respiración depende del SNA, Sistema Nervioso Autónomo, aquellos procesos a los que no prestamos atención y suceden sin más.
Cada vez que llenamos los pulmones activamos el sistema nervioso simpático, que es el que se encarga de activar órganos, músculos, glándulas, etc. Se abren las vías respiratorias y aumenta el oxígeno en la sangre. Mientras que al espirar, nos relajamos y es el sistema nervioso parasimpático es el que se pone en marcha para que volvamos a nuestro estado natural.
¿Tiene sentido verdad? Para recobrar nuestro estado natural, libre de tensiones y estrés, basta con ser conscientes de nuestra respiración.
En estados alterados es difícil llevar una vida próspera. Actuamos por impulsos, nos dejamos llevar por las emociones desbocadas y nos sentimos frustrados.
La respiración consciente es la “técnica” necesaria para sentirnos en lo correcto, sabremos gestionar las emociones (que no significa que no las vivamos), y seremos conscientes de lo que nos pasa porque no habremos perdido el control (estrés, ansiedad o ataques de pánico).
Aquí es cuando entra en escena el nervio vago, cuya estimulación gracias a la respiración, entra en comunicación a través de infinidad de conexiones con nuestro cerebro, logrando entrar en calma y relajación.
Hay muchas maneras de realizar la respiración consciente, si tenemos en cuenta que respiramos unas 20.000 veces al día, está muy bien que dediquemos unas cuantas a ponerle conciencia, es decir, atención plena.
Para comenzar a practicar probemos con una respiración suave y lenta, haciendo aspiraciones y espiraciones largas por la nariz, manteniendo nuestra atención en la respiración, sin pensar en otra cosa que no sea la respiración. Cuando acuda un pensamiento, lo dejamos ir y volvemos a centrar nuestra atención en aspirar y espirar.
Este ejercicio lo podemos realizar de diez a quince minutos cada día y verás cómo te ayuda a enfocarte.
Para pasar a otro nivel de respiración consciente te recomiendo las siguientes:
Por ejemplo, la respiración profunda, sencilla y tranquilizante. Aspiramos lentamente contando que pasen cuatro segundos, y hacemos lo mismo al espirar. Lo repetimos varias veces. Puedes realizar el ejercicio en cualquier lugar, haz la prueba, te sentirás despejado mentalmente y a la vez relajado.
La respiración abdominal, es más profunda por lo que sentimos que estamos llenando completamente de aire los pulmones, sacamos todo el aire para, vaciamos todo lo que podamos y de forma larga, suave aspiramos profundamente para volverlos a llenar. De esta manera llenamos el abdomen y el tórax.
Respiración para relajarnos y dormir mejor
Con la boca cerrada tomamos aire por la nariz y seguidamente lo expulsamos por la boca, haremos una pausa con la boca abierta y la mandíbula relajada, y de forma natural, cuando el cuerpo lo requiera, cerramos la boca y volvemos a tomar aire. Repetimos varias veces.
Verás como cada vez la respiración es más pausada, sintiendo tu cuerpo cada vez más relajado.
Si notamos alguna tensión en el cuerpo, nos concentramos en ese lugar y seguimos haciendo las respiraciones.
Para dormir mejor, tomamos aire por la nariz, colocando la lengua en el paladar y espiramos contando hasta cuatro y mantenemos el aire unos seis segundos. Al soltar el aire, resoplamos, durante seis segundos, haciendo vibrar los labios para liberar tensiones. Repetimos varias veces.
Existen otras técnicas más “sofisticadas” como la yóguica o la respiración para equilibrar la mente, o también las técnicas de respiración de Wim Hof que combina la respiración con la meditación y la oxigenación de las células y la “Relajación Progresiva de Jacobson”.
También puedes ver la técnica de respiración para Reiki.
Vivimos tiempos complicados, de incertidumbre y cambios a todos los niveles, tu respiración es clave para hacer los procesos de adaptación al medio, sintiéndote relajado, seguro de ti mismo y más creativo.
Cada vez sabemos de más personas que practican la meditación. El bienestar se siente de forma inmediata, te centra y te sana.
Las meditaciones guiadas son una forma de iniciarse en el estado de presencia y te ayuda a identificar cuales son tus procesos mentales.
REIKI EN IGUALADA
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En Mar de Mandalas utilizo la terapia online porque resulta más cómodo en varios aspectos, uno porque resulta más económico, dos porque puede ser cualquier día de la semana, me adapto a tus necesidades y tres porque las distancias no son un problema. Barato, cuando quieras y desde donde quieras.